Celeste Arce

Celeste Arce

21 de Mayo 2024

Me gustaría que empecemos con la palabra expresarse, ya que muchas veces tenemos una idea y quizás es mucho más amplio que el concepto que tenías en mente. Así desde el comienzo tenemos claridad de lo que estamos hablando.
Cuando hablamos de expresarnos, hablamos de comunicar, de darse a entender, de manifestar con palabras, de decir, de declarar, de exponer, de exteriorizar, de escribir todo aquello que sentimos, que pensamos, que queremos, que necesitamos.                                                                                EXPRESARTE MEJORA TU CALIDAD DE VIDA   

Esta expresión puede ser de múltiples formas, puede ser bailando, cantando, actuando, gritando, dibujando, escribiendo, rayando un papel, haciendo alguna manualidad, tocando un instrumento, o hablando con alguien, incluso con nosotros mismos. Hasta con gestos y movimientos intuitivos estamos expresando.

¿Y por qué es tan importante?

Porque si nosotros no nos expresamos el cuerpo lo hará por nosotros.
Lo hará con incomodidad, con dolor y hasta con algún síntoma físico y/o enfermedad. A veces sucede algún accidente de forma “repentina” para que podamos observar y revisar que es eso que está pidiendo salida. Un deseo, un enojo, una forma de vida. Descubrir qué nos está queriendo decir es nuestro desafío. Y sí, el cuerpo habla también, a su manera se hace entender, somos nosotros los que muchas veces ponemos resistencia, o lo escuchamos pero preferimos quedarnos donde estamos o quizás no tenemos la claridad para saber que es mejor para la propia evolución.

Desarrollar nuestra capacidad de escucha tiene que ver con darnos cuenta qué cosas nos hacen sentir de determinada forma. Si me da vergüenza, ¿dónde lo siento? si siento miedo, ¿dónde lo siento? si siento alegría, ¿dónde lo siento?
Todo pasa por el cuerpo e identificar en qué parte específica me sucede me va a dar mucha información.

Expresarnos está condicionado por nuestro entorno, por los propios pensamientos, por lo que aprendimos desde chicos. Por eso me gustaría darte 3 claves para que vayas abriendo a la hora de expresarte.

Muchas veces el expresarnos trae culpa, trae miedo, inseguridad. Lo hacemos emitiendo un juicio (si yo digo tal cosa, a fulanito no le va a gustar, o va a pensar que está mal lo que digo, o es una estupidez”) o cuando nos desborda una situación, expresamos de forma violenta entonces nada sale como pensamos. Quizás no decimos nada de nada, lo que hace que sigamos las opiniones ajenas hasta llegar a un punto que nuestra vida en realidad no es nuestra, no nos pertenece. Seguimos tanto al afuera que no somos capaces de poner límites, de registrar qué es lo que nosotros queremos para nuestro día a día, qué sentimos que nos merecemos, qué queremos.

📌 La primer clave: OBSERVAR, es el paso inicial para mejorar tu calidad de vida. Observar qué te decís a vos mismo, que piensas, como es tu comunicación interna. Qué te pasa cuando te dicen algo lindo, qué te pasa cuando te dicen algo que no te gusta, cómo te manejas o te sentís cuando te proponen algo nuevo, si eres capaz de crear cosas nuevas o te quedas siempre en el mismo lugar. Si eres de quejarte o frente a alguna situación que no te gusta podes accionar, transformarla, ver qué posibilidades hay para cambiarla. Observar cómo se comunica tu familia, en el trabajo, tus amigos, en tus grupos. Qué forma tiene de expresarse cada uno y cómo te
sentís con eso. ¿Te gusta su forma de decir las cosas o te molesta? ¿Qué te decían de chico cuando compartías lo que te pasaba?
Hay mucho más por explorar en la observación, pero para arrancar con esto estamos bien. Observar cada una de esas preguntas y situaciones que te pregunté anteriormente.

📌 La segunda clave: EMOCIONES, conectar con tus emociones. Sí, con lo que sentís, con lo que te pasa. Las emociones son reacciones a diferentes estímulos. Detectarlas es fundamental, ya que nos va a dar mucha información para saber cómo darle lugar. Hay 6 emociones universales (Alegría, asco, miedo, ira, tristeza y sorpresa) pero hay muchísimas más. Y acá te invito a que las puedas relacionar con tu cuerpo, a que te fijes si hay patrones que se repiten, emociones que se repiten o por ejemplo frente a distintas emociones las siento en el mismo lugar. Ahí te va a dar un indicio por dónde ir. Hay muchas emociones que repetimos por lealtad al árbol genealógico, y si bien hay mucho para profundizar ahí, chequear qué información podes observar. ¿Cuáles son las emociones más comunes que vi en mi familia? ¿El enojo?, ¿la frustración?, ¿la alegría?, lograr identificarlas también es importante.

📌 La tercer llave: ACCIÓN, accionar es darle lugar a las emociones, moverlas, que no queden en el cuerpo. Es hacer algo con lo que estoy sintiendo, con lo que estoy pensando, con lo que estoy queriendo, con lo que estoy necesitando. Ninguna emoción es eterna, somos nosotros quienes nos aferramos a ella. 

Y acá te invito a que te preguntes qué quisieras hacer con eso que estás sintiendo y que busques formas de expresarlas. Yo te voy a dar un montón de ideas, pero el desafío es encontrar las que más te gusten, las que más te hagan sentir libre, liviana y eleve tu autoestima. Algunas son: bailar, cantar, hablar con una planta, dibujar, limpiar, escribir, tomar alguna clase artística, meditar, mover el cuerpo, caderas, articulaciones, entre otras.
Haciendo esto vas a ver todo lo que se empieza a despertar en tu vida. Vas a tomar decisiones de forma más consciente, segura, priorizando tu bienestar y tu salud. Te vas a enfermar menos y te vas a ir volviendo poco a poco protagonista de tu vida.

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